El amortiguador de dirección se trata de un elemento de seguridad activa que evita los movimientos incontrolados de la dirección de nuestras motocicletas en aceleraciones fuertes en las que la dirección se aligera o al pasar por asfaltos con muchos baches o huecos.
Los amortiguadores de dirección son uno de los elementos que ha pasado de la competición a la calle para mejorar la seguridad, entre otros factores. Su principal función es atenuar las reacciones del manillar de la moto que al ser directa transmite a nuestros brazos las irregularidades de la carretera.
En la actualidad las motos deportivas están equipadas con este tipo de amortiguador, lo que la hace ideal para tener una conducción mucho más segura.
Este elemento de seguridad es recomendable para todas las motos aunque no tengan aspiraciones deportivas, ya que endulza el tacto de la dirección y la vuelve más progresiva en marcha.
Morfología
Los amortiguadores de dirección unen la horquilla delantera con el chasis con un pistón parecido al de la amortiguación de las ruedas pero mucho más pequeño, este pistón es el encargado con la ayuda del aceite y de válvulas compensadoras filtrar las reacciones bruscas de la dirección.
El diseño depende de cada marca y modelo además cada uno ofrece varias precargas para regular la dureza del amortiguador, otros son fijos.
Este equipamiento empieza a ser de serie en muchas motos y pensamos que se popularizará mucho más, por la apuesta de muchas marcas por la seguridad.
Si tu moto no lo lleva de serie hay mucho dónde escoger, pero piensen en buscar uno que se adapte a su tipo de conducción.
A continuación podrás ver como afecta la conducción un amortiguador de dirección en mal estado o lo que comúnmente se llama shimmy, también conocido como serpenteo.
El shimmy puede traer fuertes consecuencias, no porque provoca un accidente sino porque incluso puede llegar a ser tan violento que nos deje sin frenos al separar la fuerza centrífuga las pastillas y pistones delanteros.
El objetivo del amortiguador de dirección es precisamente frenar las oscilaciones ya que la dirección en ese momento tiene un comportamiento muy similar al de los muelles de la amortiguación del coche.
En estos, se utilizan amortiguadores para frenar los movimientos de los muelles porque si no, y en un entorno ideal sin rozamiento, nunca se detendrían. Aquí ocurre lo mismo y la resistencia hidráulica del amortiguador ayuda a mantener bajo control los movimientos.
Existen principalmente dos tipos: hidráulicos o electrónicos. Estos últimos varían la dureza en función de la velocidad de forma que a baja velocidad permiten mover con soltura la dirección pero a alta velocidad (cuando existe más peligro de que se produzca un shimmy), aumentan la retención hidráulica.
Suelen venir de origen en motos de corte deportivo aunque también pueden ser adquiridos por separado y montados de forma sencilla ya que se colocan de puente de unión entre una de las barras de la horquilla y un punto fijo en el chasis.
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